Por fin, parece que el día 10 empezaré a cobrar el desempleo con efecto retroactivo. Esa es la buena noticia. La mala, es que voy a cobrar menos de lo que creía, porque la parte de seguridad social que antes pagaba el SEPE por los parados, ahora lo asumimos integro nosotros, los sufridos parados, y además a partir del 6º mes, se nos reduce la prestación del 70 % al 50 %, que antes era al 60 %. ¡Todo son alegrías! No tenemos suficiente los ciudadanos con no encontrar trabajo, y con el estrés que supone, los problemas en la economía familiar, etc., sino que el estado no para de castigarte.
Vamos a ver, que yo he estado trabajando toda la vida, que si ahora estoy en paro no es por mi gusto, que no hay manera de que nadie me haga un contrato, que no vale de nada ni mi cualificación ni mi experiencia profesional, que cada vez que voy a una entrevista (cada vez a menos), y ven mi edad, me vuelvo invisible. ¿Que tenemos que hacer los parados de más de 50 años? ¿Morirnos?. Pues si, morirnos en el sentido más literal de la palabra: Morirnos de asco, porque no tenemos nada que hacer, morirnos de hambre porque no tenemos ingresos para subsistir, morirnos de pena porque no interesamos a nadie y nadie se interesa por nosotros, morirnos como perros, porque esa asistencia sanitaria por la que tanto hemos luchado, ya no tendremos derecho a ella, bla, bla, bla.
Otra cosa que me indigna, es que mi prestación está calculada como si no tuviera hijos a mi cargo ¿Quien ha dicho que no los tenga? Efectivamente, no tengo hijos menores, pero tengo hijos mayores, hijos super cualificados, que han invertido mucho tiempo en su educación y yo mucho dinero, con unos c.v. impresionantes, y que están en casa comiéndose los mocos, porque tampoco hay trabajo para ellos.
¿Hasta cuando va a durar esta mierda de situación? Yo, que soy de natural optimista, me desespero, porque mientras la situación de tantas y tantas familias (antes) trabajadoras se deteriora hasta extremos para muchos irrecuperables, a nuestro alrededor crecen como setas los casos de corrupción, y aquí no pasa nada. No pasa nada si el ex-presidente de la CEOE es un chorizo, si los políticos corruptos con cuentas en paraísos fiscales salen a racimos, si el Urdangarín se va a ir de rositas, y si además, eso lo pagamos todos los españoles.
Desde luego yo ya he votado todo lo que tenía que votar en esta vida. Me da igual el partido. Al final si con unos te va mal, con los que vengan te irá peor seguro. He sido toda mi vida una ciudadana ejemplar, he cumplido las leyes, he pagado mis impuestos sin escaquear ni un euro, incluso he dejado de hacer un viaje por ir a votar, pero esto se acabó. ¡Ya no voto más!, que hagan lo que quieran (que lo van a hacer de todos modos), pero que lo hagan sin mi voto. Clamo por la insumisión ciudadana, aunque se que seguiré pagando mis impuestos todos los meses de mayo, porque como yo no pertenezco a la clase política ni a ninguna familia importante, yo si iría a la cárcel.
Hoy si que va a tener razón mi hija. Esta entrada no tiene ninguna gracia. Yo no me estoy riendo nada y se que vosotros tampoco.
Hoy me despido. Mañana más. Que (a pesar de todo) seáis felices.
Hoy me despido. Mañana más. Que (a pesar de todo) seáis felices.