18 ene 2013

OTRA VEZ ES VIERNES,¡ POR FIN!

A raíz de mi última entrada, mis hijos me han pegado la bronca, porque dicen que soy mas divertida en persona, que tengo historias muy divertidas, y que me pongo muy seria cuando escribo aquí. Puede ser. Ya dije al principio, que una de las razones de comenzar este blog, era ahorrarme el psicólogo, y en ese tipo de terapias, lo que haces es sacar porquería de dentro, como decía Mafalda, "pelusas del alma".



También ocurre, que cuando me pongo, quiero contaros algo, y acabo escribiendo otra cosa que no tiene nada que ver, porque como es mi blog, me dejo llevar. A los/las que me estéis leyendo, os doy las gracias por vuestra paciencia.

Bueno,  otra vez es viernes. Yo dentro de un rato me marcho a mi casita de la costa a curarme el estres y a intentar pasar un buen finde. La receta ya os la conté la semana pasada: Ninguna obligación, cenita casera de lujo, una compañía agradable y mucha pasión a poder ser. Esto de la pasión, viene muy bien para el cutis, lo leí en algún sitio (o me lo acabo de inventar), te ríes  haces ejercicio, y conoces gente, ja ja ja. Si es con el de siempre, tampoco pasa nada. Es buenísimo para una relación (aunque seáis matrimonio vale igual), romped con la rutina, y haced como si cada finde fuera nuevo. 

Mi ex era un semo, todo tenía que ser muy serio, muy previsible, muy organizado con antelación, como si fuera una cita profesional. Si de repente se te ocurría salir a cenar, no podía ser, porque había que reservar, que la mesa fuera la que el quería, que no nos hicieran esperar, que hubiera parking, etc., por no hablar de que cada vez que quedábamos con amigos, me leía la cartilla antes de salir, para que no dijera esto, no hiciera lo otro, y lo de más allá, y de vuelta a casa, rapapolvo, como si fuera una niña pequeña que se hubiera portado mal delante de las visitas. ¡Vaya!, que se me quitaban las ganas de salir.

Lo de las cenitas románticas con mi ex, era impensable. Si nos quedábamos en casa, había que prepararle una bandeja, cenaba delante de la tele, y cuando acababa, se quedaba dormido. Con semejante panorama, lo del sexo, ya era ciencia ficción. Prácticamente tenías que pedir audiencia. Yo al principio me esmeraba, ponía todo de mi parte, ropa interior sexy, ligueros, taconazos, pero llegó un momento en que desistí, tiré la toalla y me planteé, que quizá no fuera mala idea encontrar un amante.



Esto se quedó sólo en una idea, porque yo era un poco antigua, y porque mi entonces pareja, me llevó la delantera. Fue él quien consiguió su amante y ahí terminó nuestra historia. ¡Menudo descanso!

Acaba de entrar mi hija, y me ha dicho que ya estoy otra vez, que soy una pesada, y  tiene razón. Lo que voy a hacer es daros alguna receta para el menú de este sábado, y os desearé que lo disfrutéis.

Como hace frio, voy a aconsejaros un  primero calentito, una crema ligera de patata con con gambas marinadas y huevo poché, y de segundo un salmón al eneldo, con salsa de soja y verduras al vapor. Como siempre, yo paso del postre, o sea, que ya sabéis, bajáis a la pastelería. 

Es muy sencilla su preparación. Está buenísimo y queda precioso:

Para la crema de patatas, poned a cocer 1 patata pequeña por persona, y media cebolleta fresca para los dos. En vez de sal, una pastilla de caldo de carne. Cuando esté cocido, añadir un trozo de mantequilla, pimienta, medio vaso de leche, y lo trituráis en la misma cazuela. Reserváis.

En dos platos soperos (si son esos grandes que se llevan ahora, queda mucho mas cool), ponéis en cada uno, dos gambas crudas, peladas sin la tripa y abiertas a lo largo, les echáis una pizca de pimienta blanca, unas gotítas de salsa Perrins, y una cucharada de aceite de oliva extra virgen para que marinen. En el momento de sacar a la mesa, ponéis en cada plato un huevo poché (cocido 5 o 6 minutos y pelado con cuidado para que no se rompa). Para presentarlo, ponéis las gambas en semi circulo, y el huevo enfrente. Se saca a la mesa tal cual, y la crema de patata (muy caliente), en una jarra de porcelana o incluso en una cafetera de porcelana, y se echa por un lado del plato, con cuidado para no deshacer la estética. Podéis espolvorear con trocitos de trufa.

El segundo es fácil, fácil. Lo vais a cocinar en el momento, y en el mismo plato que va a salir a la mesa: En un plato de vidrio, (si es un poco profundo mejor), ponéis una rodaja de salmón fresco, le echáis una pizca de sal, una pizca de pimienta, unas gotitas de limón, una cucharadita  de aceite de oliva, y un chorretón de salsa de soja. Se tapa con papel film, y se reserva hasta el momento de servir, que se meterá en el microondas, máximo 1 minuto, para que no quede reseco (a mi personalmente, me gusta que quede crudito por dentro, como si fuera sashimi). Para la guarnición, en los supermercados, hay unas bolsas de verduras frescas cortadas para microondas, que siguiendo las instrucciones, salen estupendas. en el momento que sacamos el salmón de micro, ponemos algunas verduras (poquitas, son más bien de adorno), en un lado del plato, y espolvoreamos con eneldo.

Como bebida, y aunque es pescado, os aconsejaría que utilicéis un tinto. A mi me encanta cualquier vino de una bodega que se llama Abadía Retuerta. Está en Sardón de Duero, en Valladolid. Está fuera de la denominación de origen Ribera del Duero (no entiendo por que, porque está ahí mismo). Esta bodega, pertenece a una farmacéutica  que ha rehabilitado la abadía hace ya unos años. Es un sitio precioso , y os aconsejo que si pasáis por allí, entréis a visitarla y a comprar todo el vino que podáis  porque es muy difícil de conseguir. Creo que el Corte Ingles tiene algo de Abadía Retuerta "Selección". Ya me contareis.



De verdad, es una cena muy fácil de preparar. Atreveos. Sino, siempre os quedará el Pizza hut, o el Mac Donald, pero no sera lo mismo.

Feliz Finde.

Hoy me despido. Mañana más. Que seáis muy felices.


1 comentario: